El pasado lunes 7 de febrero a Ángel le comenzó a dar fiebre, paso casi toda la madrugada con la temperatura alta, el martes en la mañana, me dirigí con él al policlínico Efraín Mayor para que lo valorara un medico. 
 
Había un buen número de personas esperando recibir atención médica, el especialista que supuestamente estaba atendiendo a la población, entraba y salía de su consulta sin dirigirle una palabra a ninguno de los que allí nos encontrábamos, solamente atendía a las personas que él conocía, entendimos el porqué de sus acciones cuando expreso en medio del pasillo que no iba a atender a ninguna de las personas que allí nos encontrábamos pues ese era un centro de urgencias,( aclaro que este nunca le pregunto a nadie el tipo de atención medica que necesitaba), muchas personas se fueron, Ángel y yo tuvimos que esperar varias horas, a que llegara otro especialista que quisiera atenderlo, este  le indicó tratamiento con antibiótico, argumentando que estaba enfermo de la garganta.

Me parece indignante que un país como este que tanto alardea de sus servicios de salud se le niegue atención medica a las personas, solo por  pensar que no necesitan atención de urgencia, es duro pensar que también se vallan a reducir los servicios médicos.