Huesos  para el pueblo

En esta semana me dedique a buscar alimentos nutritivos para Ángel. En las tiendas en divisa hay variedades de estos productos, pero a muy altos precios, por ejemplo, una bolsa de yogurt que contiene 4 vasos, cuesta 1 c.u.c. (25 pesos cubanos) un pedacito de queso, 5 c.u.c. (125 pesos cubanos) y las carnes también tienen precios inalcanzables. Las personas de escasos recursos no tenemos acceso a estos alimentos por los altos precios que tienen.

Me comentaron que en el agro-mercado de San José de las Lajas, Provincia Mayabeque, vendían en moneda nacional huesos de res, que en algunas ocasiones se les podía extraer un poco de carne, aunque queda un poco distante de mi casa, me dirigí a este lugar con el objetivo de poder comprar esta carne. Realmente no les puedo expresar con palabras lo que sentí, al ver como llegaban  aquellos huesos en carretones de caballo, y luego los tiraban en el piso, en su mayoría no tenían nada de carne. Pero lo que más me asombro fue la cantidad de personas que  habían en aquel lugar con el objetivo de comprar aquellos huesos, muchas de ellas tienen que recorrer 30 kilómetros para llegar allí, ya que es donde  único se venden. Además de huesos, se pueden comprar los cascos (patas) de las vacas y la pansa. 

¿Es acaso esto lo que se merece el pueblo cubano, las sobras? ¿Esas sobras que ya ni los perros se las comerían?  Me parece más que indígnate ver como el gobierno se burla de nosotros  al vendernos  estos productos.  La pregunta que me hago es ¿A dónde va a parar  la carne, quien se la come? ¿Por qué no se la venden al pueblo? Bien en el fondo sabemos las respuestas a estas interrogantes, lo que sucede es que el pueblo cubano se ha adaptado a conformarse con la miseria que le da el gobierno.