El domingo 4 de mayo del 2008 le tomamos la temperatura en la casa y vimos que tenía 38 grados, nos remitieron al hospital Ángel Arturo Soto Aballí, donde radicaba en aquellos momentos la Sala de Neonatología. Los especialistas lo revisaron y dijeron que el niño estaba bien y nos mandaron para la casa sin tratamiento.